Bueno, después de casi un mes de no aparecer por aquí para actualizar creo que ya va siendo hora. Estos días han sido una mierda sinceramente, he estado de bajón y bastante agobiado por el simple hecho de no saber muy bien por qué,supongo que habrá sido por lo atrasado que voy en la Escuela,y tampoco,porque normalmente siempre he ido así, y como que me la ha sudado...pero en fin. Realmente ya estoy mucho más animado y tal gracias a que he salido estos días con los de mi clase y me lo he pasado bien,montando las peanas de lo de las casas de muñecas en el centro 14,y luego tomando cervezas y más cervezas. Pero realmente lo que más me animó fue el ver mi ilustración en el nuevo libro de relatos urbanos, porque estaba to' deprimido pensando que no saldría...(si,soy bastante negativo para las cosas que hago),y na,eso, os dejo una canción que no paro de escuchar y que en un principio no me gustaba nada,jajaja.
P.D: quien quiera que se compre el libro de Relatos Urbanos,que no es muy caro (3 euros creo),y sale mi dibujo y tos los dibujos de mis compañeros y amigos que son un@s máquinas.
P.D: y también si os aburrís mucho,pasaros por el centro 14,que sois unos borrachos y os pilla cerca del desdén y eso y ya veis todo el tema de las casas y las peanas que hemos hecho los de mi clase,la de ROMA es la mía y la de Jorge. XD,la mejor, está claro ;)
(Cuando mueren) Las malditas golondrinas
Cada día un poco más despacio,
pero sin embargo siempre vuelvo a comenzar...
después de una frase bonita al oído como cualquier aspirante desconocido me pongo a llorar.
Inesperada sensación la de estar sola con tanta gente alrededor...
lo de antes, lo de siempre,
lo de ahora, todo junto, me hace delirar.
A borrachera diaria se me olvida
que hay que regresar.
Cuando mueren las malditas golondrinas ya no vuelven nunca a la ciudad.
Los montones de momentos que pasé contigo a solas ya no volverán.
Cuando mueren las malditas golondrinas ya no vuelven nunca a la ciudad.
Los montones de momentos que pasé contigo a solas ya no volverán.
"Es que no entiendes que en la vida, princesita, también hay que aprender a ganar"; me dijo un caballero inglés perdido en Buenos Aires que ahora vive en Madrid
Yo le dije al invierno que en otoño algunas estrellas ya las vi pasar,
desnuda por la calle en primavera, ya no hay flores que plantar.
Cuando mueren las malditas golondrinas ya no vuelven nunca a la ciudad.
Los montones de momentos que pasé contigo a solas ya no volverán.
Como un potro desbocado, indigente, denostado y sin aire ya...alargando al máximo cada suspiro en las subidas de felicidad.
